El otro día tuve la suerte de asistir a un Taller de Roscón, organizado por Silvia de Cenas Adivina, que además iba acompañado de una causa solidaria súper bonita: todo lo recaudado fue a para Antonia, cuya historia nos conmovió de tal manera, que a partir de ahora todas llamamos a nuestros roscones, el «Roscón Antonia«
El caso es que el Roscón de Reyes es de esos postres, desayunos o meriendas, estacionales, que causan muchísimo respeto, y cuesta dar con una técnica fácil que nos haga dignos de ser maestros rosconeros.
Yo ya había hecho algún Roscón que otro, pero se me quedaba durillo y poco esponjoso… Así que para desayunar nos apañaba, pero ni mucho menos lo hacía para llevar a una merienda y poder quedar bien.
Cómo he recibido muchísimas preguntas sobre la receta que seguimos paso a paso, os voy a explicar quién es la autor, para que podáis también vosotras llegar a hacer unos roscones como los del taller.
Desde ya os pido perdón, porque no tengo valor de versionar esta receta tan perfecta, creo que es de las pocas veces que he seguido los pasos al milímetro.
Esta receta la descubrió Silvia – Cenas Adivina – después de probar muchas otras, ensayo-error y estar todo el año haciendo roscones (doy fe que la he visto por Instagram, y menudo mérito tiene!!). Ella también se plantó el delantal y nos enseñó la técnica de amasado con dos espátulas ¡apuntad, apuntad!
La receta original es de Herminia, a la cual tuvimos la suerte de conocer y seguir paso a paso sus explicaciones en el Taller. ¡Menuda paciencia tuvo con todas nuestras preguntas!
Su vídeo del Roscón tiene casi 190.000 visualizaciones, y nos dijo que le llegaban preguntas sobre la receta desde todas partes del mundo.
Aquí os dejo su vídeo, que si seguís paso a paso, lograréis hornear el Roscón de Reyes perfecto.
Os aviso que hay un antes y un después del primer Roscón que te sale bien, no sólo bonito, sino sabroso, esponjoso, ¡de pastelería!
Estas Navidades ya he hecho un par más, y ya me han encargado «llevar la merienda» a dos celebraciones próximas 😉
¿Os animáis?